ANTENAS EN LA CRESTA


En lo alto de la cresta hay dos antenas con un magnetismo significativo y hoy al salir de la oficina me han entrado ganas de llegar hasta ellas. Hay un desvío que cambia el negro por el crema, lo artificial por lo natural, el claxon por el polvo, la estabilidad por el equilibrio, la fluidez por el traqueteo, el paseo por el esfuezo.  

 
 


No hay tiempo para el aburrimiento y cada repecho coge tintes de duelo. Cuanto más gano más dañado acabo. Con los ojos clavados en el suelo y la cinta del manillar empapada en sales me pregunto ¿cuándo llego?  En lo alto de la cresta hay dos antenas con un magnetismo significativo. 


 

 


Y en tiempos de grandes tacos y mecanismos americanos, me lanzo hacia abajo con mi campagnolo y mi superficie de veinticinco. A falta de cinco me desinflo. En lo alto de la cresta veo dos luces rojas parpadeando. Si pinchas de nuevo volverás andando - pienso. La aventura concluye con la lanterne rouge haciéndome visible en lo invisible. En lo alto de la cresta hay dos antenas con un magnetismo significativo.  Puedes ir en solitario o acampañado y si decides ir el fin de semana por la mañana, en la cresta encontrarás las dos antenas y de propina una hamburguesa. 


 

 
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